
Por momentos,
olvido el papel que desempeño
en este juego de dos.
Trato de mantenerme sereno
incólume
pero luego veo tus ojos
e imagino cosas que no debo imaginar,
porque aunque me sienta en las nubes
voy descendiendo aceleradamente al abismo.
Ya no queda duda
de que todo esto es masoquismo,
porque aunque no debemos
queremos
y queremos mucho
pero corremos en círculos
y la realidad nos susurra al oído
a pesar de que esta fantasía es mas fuerte
y su belleza es adictiva.
No me importa que tan lejos llegue esto
poco me interesa si es un sueño
o una mentira.
Solo se que mientras existas
y mientras no me frenes
yo te seguiré queriendo,
porque entre tanta soledad oscura
esa que por tanto tiempo me ha habitado,
tú eres y serás la luz que la aleja
ya que has sido lo mejor que he tenido.
Te entrego pues
eterna mujer clandestina,
el más preciado de mis tesoros
este querer que nadie quiere
y que solo tú has recibido.
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